Estoy cursando el noveno semestre de la carrera de arquitectura en la UANL y estoy actualmente trabajando en mi tesis en la materia "Taller Integral II" mi maestro asesor es el jefe de carrera y en varias ocasiones no tengo la clase por que el tiene alguna junta o asunto importante de la la facultad que atender; así paso el día de hoy; se fue, así como el resto de mis compañeros.
Mi equipo que estamos desarrollando una propuesta de plan maestro nos quedamos, trajimos unos plumones y el proyector empezamos a revisar nuestras propuestas y a discutirlas en conjunto.
Lo mejor de hacer arquitectura es cuando tienes esa oportunidad de exponerla y revisarla; este semestre tengo la suerte de ser parte del que hasta ahora parece ser un muy buen equipo de trabajo
Taller, se llama la materia, y los alumnos trabajamos y generamos más ideas solos que cuando el maestro se toma las tres horas clase para estarnos supervisando.
¿Curioso, no?
la idea de que la materia se llame taller es justamente para eso, disponer de los materiales y las herramientas para crear ambientes de trabajo y discusión; y el maestro como guía que con su trabajo y experiencia puede apoyarnos y aconsejarnos para llegar a la mejor realización de nuestras ideas.
Talleres!
Talleres! les digo, no tengo nada en contra de la institución ni de quienes llevan la responsabilidad de calificarnos; simplemente que la arquitectura tiene muchos campos de acción y aplicación, quizá para ser competitivos tendríamos que foguearnos en nuevas formas de trabajo, medirnos contra diferentes estándares, buscar otras visiones o solo que se nos brinde la oportunidad a nosotros alumnos de experimentar, ¡vaya, pegarle mas al prueba y error!
¿Soy solo yo quien lo cree?
